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21 dic 2016

Siria y los campos de refugiados. Una historia repetida

Nos dejó sin palabras. Llegó con su energía desbordante, una charla minuciosamente preparada, y nos cautivó desde el primer minuto. Nadie podía haber imaginado que hablar de un tema tan delicado como la guerra civil en Siria iba a suscitar tanto interés entre los alumnos y profesores que tuvimos la fortuna de asistir a escuchar a Jorge García, técnico de la empresa de inserción Ecatar Canarias SLU, perteneciente a la Fundación Ataretaco, donde tenemos un aula externa del CEPA San Cristóbal. 




Inició su presentación dándonos a conocer a Mohamed, un sirio que recorrió un periplo enorme desde su país, después de perder por efecto de las bombas a parte de su familia, llegar a Grecia, y conocer a nuestro invitado. Ese recorrido sirvió de ruta para que Jorge nos fuera desgranando las múltiples vicisitudes que rodean a los refugiados que llegan hasta la nación helena en busca de una vida nueva o, cuando menos, de una oportunidad de poder conservarla. 



Acompañando a su novia, Paula Ramos, doctora que viajó a Atenas como voluntaria europea independiente, Jorge aprovechó sus vacaciones para ir con ella y ofrecer toda la ayuda posible en el almacén central de distribución de recursos que se encuentra en la capital de Grecia.



Con un amplio reportaje fotográfico cedido por compañeros y amigos que desempeñaron su ayuda junto a él, pudimos ver imágenes que hablaban por sí solas sobre la situación de los  refugiados, y sobre la importantísima labor humanitaria que están llevando a cabo muchos españoles comprometidos de forma desinteresada y profundamente altruista con esta causa. En este sentido, Jorge quiso destacar la enorme implicación de nuestro país , ya que -según nos contó- la mayor parte de recursos que llegan a ese almacén lo hace desde España, a partir de donaciones, colectas y distribución de voluntarios españoles. 




En medio de tanta desgracia e ignominia, vive la solidaridad, el compañerismo y el ser humano en su mayor dimensión social. Es gracias a este tipo de acciones que descubrimos que somos capaces de hacer cuaquier cosa buena o mala, habitando el mismo mundo que aquellos que siembran la barbarie y la desgracia. Un acto de fe hacia nuestra especie que no ha sido  capaz de acabar un solo año en la Historia sin la existencia de algún conflicto bélico en la Tierra.















Estas fechas pre-navideñas constituyen un buen momento para apreciar nuestras vidas y recordar que, no hace tantos años, nuestros compatriotas también fueron refugiados de una guerra civil.

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